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Misas públicas con restricciones reanudarán el 17 de mayo

Published: May 6, 2020   

El Obispo Anthony B. Taylor emitió una carta a los parroquianos en la Diócesis de Little Rock el 4 de mayo con respecto a la reanudación de las Misas públicas a más tardar el 16-17 de mayo.

Todas las restricciones que fueron establecidas el 1-15 de marzo entrarán nuevamente en vigor, como no colocar agua bendita o distribuir la Preciosísima Sangre a la congregación. Precauciones adicionales han sido añadidas, incluyendo el uso de cubrebocas durante la Misa, restringir el cupo en la iglesia a un 25 por ciento del cupo máximo y mantener por lo menos 6 pies de distancia entre familias.

El obispo también proporcionó una lista, de siete páginas, de lineamientos y opciones que las parroquias pueden considerar para permitir que la mayor cantidad de adoradores se mantenga protegida para atenderlos a la vez.

Las Misas públicas fueron suspendidas por el Obispo Taylor el 16 de marzo para minimizar la propagación del virus COVID-19.

“Hoy el Gobernador Hutchinson emitió una guía con respecto a la reanudación del culto público de manera limitada en Arkansas. Aunque estas noticias son bien recibidas, la Misa trae consigo desafíos especiales con respecto a la distribución de la Eucaristía, la cual requiere contacto directo con los comulgantes. Para poder beneficiarnos de esta reapertura parcial del culto público, autorizo la reanudación de la celebración pública de la Misa comenzando el fin de semana del 16-17 de mayo, o antes si su parroquia está lista.

  • Las parroquias deben colocar letreros recordándole a las personas que se queden en casa si no se sienten bien o si han estado expuestos a alguien que haya dado positivo con COVID-19.
  • La mayoría de las personas aún no podrá asistir a Misa bajo las siguientes condiciones, así que mi dispensa de la obligación de la Misa dominical para todos sigue vigente.
  • La cantidad de personas que se admitirá en la Misa será limitada a 25% del cupo máximo para poder mantener el distanciamiento físico de 6’ requerido entre los grupos de familia o individuos.
  • Todos los participantes, incluyendo niños mayores de 10 años, deben usar cubrebocas o algo más que cubra su boca y nariz. Todos deben usar desinfectante para manos al llegar a la Iglesia.
  • El sacerdote mantendrá una distancia física de 12’ de la congregación — según lo estipulado por el Gobernador Hutchinson—a menos de que él esté distribuyendo la Comunión. Él no usará un cubrebocas excepto cuando esté distribuyendo la Comunión. En las parroquias donde la sacristía está cerca del santuario, el sacerdote entrará directamente al santuario sin una procesión de entrada o salida. Él no saludará a las personas antes o después de Misa.
  • Ningún sacerdote, diácono o Ministro de la Comunión que se encuentre dentro de un grupo de riesgo distribuirá la Comunión a menos de que no haya alternativa. Los grupos de riesgo que descalifican a uno de distribuir la Comunión son: edad (mayores de 65) y condiciones crónicas o inmunes suprimidas a cualquier edad, tal como diabetes, cáncer, sobreviviente de cáncer, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), esclerosis múltiple (MS), artritis reumática, bronquitis aguda, asma, obesidad y enfermedades cardiovasculares.

“He preparado un documento más extenso enumerando otros requisitos con los cuales las parroquias deben cumplir para poder proceder, además de opciones que los párrocos pueden considerar al implementar estas directivas a las realidades específicas de su parroquia, por ejemplo con respecto a cómo limitar la asistencia a solamente un 25% del cupo máximo del edificio, lo cual puede incluir más Misas que sean más cortas, celebrar la Misa dominical cada día de la semana y transmitir la Misa por medio de circuito cerrado de TV (CCTV) a otros edificios, con la recepción de la Comunión.

Por favor recen para que esta flexibilidad en las restricciones sea exitosa y para que las condiciones pronto nos permitan regresar a una participación aún mayor en la vida sacramental de la vida de la Iglesia.”

 

Restricciones y opciones para el culto en medio de la pandemia COVID-19

Lo siguiente son extractos de la lista de restricciones del Obispo Taylor que los parroquianos necesitan seguir a medida que se reanuda la Misa pública. Puede encontrar la lista complete aquí.

Restricciones litúrgicas

  • Las parroquias deben colocar letreros recordándoles a las personas que se queden en casa si no se sienten bien o si han estado expuestos a alguien que hada dado positivo con COVID-19.

Todas las medidas previamente promulgadas siguen vigentes:

  • No se distribuirá la Preciosísima Sangre a la congregación, los sacerdotes concelebrantes usarán la intinción excepto el último sacerdote que la reciba, quien purificará el cáliz. 
  • No se dará el saludo de paz u otra señal de paz que requiera contacto físico. La señal de la paz es opcional, así que la invitación para que los fieles intercambien un saludo de paz puede omitirse si el sacerdote así lo desea.
  • No se distribuirá la Comunión en la lengua; aquellos que no están dispuestos a recibirla en la mano pueden hacer una Comunión Espiritual en su lugar. Aunque algunos pudiesen ver la Comunión en la lengua como un “derecho”, estos tiempos extraordinarios y la atención al bien común toma precedencia sobre la preferencia personal. La única excepción es para aquellos que asisten a la Misa en latín tradicional para quienes la recepción en la mano no es una opción.
  • No habrá agua en las fuentes de agua bendita, el agua que ha sido bendecida para un bautismo no puede ser retenida o utilizada para una celebración subsecuente, debe ser vaciada adecuadamente.
  • No se sostendrán de las manos durante la Oración del Padrenuestro.
  • La asistencia en bodas y funerales está sujeta a las mismas restricciones como cualquier otra Misa.
  • Ningún sacerdote, diácono o ministro de la Comunión que se encuentre dentro de un grupo de riesgo distribuirá la Comunión a menos de que no haya alternativa. Los grupos de riesgo que descalifican a uno de distribuir la Comunión son: edad (mayores de 65) y condiciones crónicas o inmunes suprimidas a cualquier edad, tal como diabetes, cáncer, sobreviviente de cáncer, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), esclerosis múltiple (MS), artritis reumática, bronquitis aguda, asma, obesidad y enfermedades cardiovasculares.
  • La distribución de la Comunión será nuestro mayor desafío porque será imposible que los sacerdotes mantengan distanciamiento físico, además del reto de mantener distanciamiento físico entre las personas en la fila de la Comunión y en las bancas contiguas. No se permite la auto distribución de la Eucaristía, ni tampoco el uso de un vaso de papel, etc. Cuando sea su turno para recibirla, los comulgantes deben bajar su cubrebocas brevemente, extender sus manos, sin guantes, una sobre la otra, para recibir la hostia que será “tirada” cuidadosamente y sin tocar en su mano que espera, colocando la hostia en sus bocas y luego subirán su cubrebocas antes de regresar a su lugar. La Comunión no puede ser distribuida con guantes, ni tampoco puede ser recibida por un miembro de los fieles si están usando guantes--el riesgo de percances con la Eucaristía es demasiado grande. Se usarán manos desinfectadas, sin guantes.
  • No habrá coros: Por motivos de distanciamiento físico, se puede usar a los cantores, pero los coros necesitan ser suspendidos por el momento.
  • Se deben remover los libros de cantos y todos los programas de la liturgia. Menos cosas para desinfectar. Si tienen música, usen solamente cantos conocidos que las personas conozcan de memoria o proyéctelos en una pantalla o pared. Otra opción es enviar programas de la liturgia a teléfonos inteligentes, aunque esto no está libre de problemas. Disuadir a las personas de utilizar programas de la liturgia en papel y si se utilizasen, éstos deben ser desechados después de cada Misa.
  • Se deben colocar hostias consagradas a ser recibidas por las personas en un corporal a un lado del altar durante la consagración, no directamente en frente del sacerdote, reduciendo el que estén expuestas a la exhalación del sacerdote.
  • No habrá procesión de ofertorio, el pan y el vino debe colocarse en una mesita junto al altar.
  • No habrá monaguillos. El sacerdote necesitará hacer por sí mismo las cosas que un monaguillo normalmente haría, incluyendo sostener el Misal, usar un podio o rezar las oraciones desde el altar en lugar que desde la silla.
  • Suspender todas las reuniones no esenciales — no habrá Liturgia de la Palabra para Niños, no habrá despedida de RICA, no habrá café y donas ni tampoco ningún otro convivio social después de la Misa.
  • Se deben colocar las canastas de la colecta en la entrada de la Iglesia o en postes largos, no se pasarán entre las personas ni de persona a persona. Si se colocan en postes largos, los ujieres deben usar guantes además de los cubrebocas que todos están usando.
  • Se deben evitar los boletines en papel — comuníquese con sus parroquianos electrónicamente, publicando el boletín en el sitio Web de la parroquia y/o enviándolos por correo a los parroquianos. Si se distribuyen boletines en papel, los ujieres deben usar guantes.
  • Se deben abrir las puertas de par en par o las personas que dan la bienvenida deben abrirlas para limitar el contacto con las manijas de las puertas.
  • Se debe minimizar el contacto—no se saludará a las personas antes o después de Misa, debe entrar y alejarse del santuario desde una sacristía contigua si estuviese disponible. Debido a que cierto contacto es inevitable, por ejemplo, con los sacristanes, el sacerdote debe usar su cubrebocas justo hasta antes de iniciar la Misa y seguir usándolo después del final de la Misa, quizá colocándoselo a la vista de las personas.
  • Nadie se acercará para recibir una bendición en vez que la Comunión, todos recibirán la bendición al final de la Misa.
  • Las ceremonias de la Confirmación seguirán suspendidas temporalmente, incluyendo RICA debido al tacto—la imposición de las manos, la administración del santo crisma, la mano del padrino/madrina sobre el hombro—son parte de la ceremonia.
     

Requisitos de Protección para todos los adoradores

  • Cubrebocas. Todas las personas mayores de 10 años que asistan deben usar mascarillas o cubrebocas excepto los lectores cuando estén leyendo y el sacerdote, quien mantendrá un distanciamiento de 12’ según la guía por el Gobernador Hutchinson, excepto cuando se distribuya la Comunión. Los sacerdotes, diáconos y ministros de Comunión usarán cubrebocas para distribuir la Comunión. Como se mencionó anteriormente, los comulgantes deben bajar su cubrebocas brevemente solamente para poder trasladar la Eucaristía de su mano a su boca y luego cubrirse otra vez inmediatamente.
  • Desinfectante para las manos. Se administrará desinfectante para las manos a todos al llegar a la Iglesia y aquellos que distribuyan la Comunión usarán desinfectantes antes y después de distribuir la Comunión, pero no se animará el uso obvio y frecuente de desinfectante durante la Misa. Una parroquia puede pedirles a las personas que traigan su propio desinfectante para las manos desde su casa si es difícil que la parroquia lo proporcione.
  • Toallitas desinfectantes deben proporcionarse en las bancas, posiblemente en el lugar vacío donde se colocan los libros de los cantos, y se puede pedir a los adoradores que limpien su área cuando lleguen y nuevamente cuando se vayan de la Iglesia, desechando la toallita a la salida.
  • Mantener distanciamiento físico de 6’ entre personas o grupos de familia y otras personas si no hay cantos. Si hay cantos durante la Misa, entonces de debe mantener 12’ debido a que las personas proyectan su voz más lejos que cuando solo están hablando, especialmente si el sistema de aire acondicionado está prendido y circulando aire.
  • La cantidad de personas que se admita a la Misa cumplirá con las restricciones impuestas por las autoridades civiles. Los ujieres deben guiar a las personas a otro lugar una vez que se haya alcanzado el límite.
  • Se debe mantener un distanciamiento de 6’ en la fila de la Comunión, excepto los miembros de la misma familia, se deben colocar marcas con cinta adhesiva en el suelo para mantener esta separación.
  • Se debe mantener un distanciamiento de 6’ a medida que las personas van saliendo de la Misa. Puede ser ideal despedir a las personas banca por banca, comenzando desde atrás hacia adelante, y pedirles a las personas que se vayan directamente a sus coches para evitar una multitud en las puertas de salida.
  • Las capillas de adoración deben cumplir con los requisitos de distanciamiento social e higiene. Todos los materiales impresos deben ser removidos, guardados y desechados. Las personas pueden traer su propio material, pero deben llevárselo con ellos cuando se vayan, o serán tirados.

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