Al pueblo de la Diócesis de Little Rock:
Muchos de nosotros hemos experimentado la elección reciente como un arma de doble filo. Estamos contentos que el presidente electo Trump se opone al aborto y promete nombrar a la Corte Suprema jueces opuestos al aborto. Muchos votaron por él por ese motivo. Pero estamos consternados por su retórica divisiva. El propósito de mi carta hoy es de recordarnos que esta elección no ha cambiado la misión de la Iglesia en Arkansas. Creemos en el derecho a la vida y la dignidad del ser humano desde la concepción hasta la muerte natural y en toda etapa de vida. Particularmente doloroso fue el tratamiento de mujeres e hispanos durante esta campaña. Pro-vida es más que anti-aborto. Pro-vida incluye respeto a las mujeres, preocupación especial por los pobres y vulnerables, y en el contexto actual, respeto por los derechos de los inmigrantes y la necesidad de una reforma migratoria comprensiva.
Primero, quisiera decir a nuestros parroquianos hispanos que mientras mucho del lenguaje en la campaña era despectivo y hostil, deben saber que la mayoría de los norteamericanos no les alberga mala voluntad y habrían votado diferente excepto por el asunto del aborto y la economía. Claro, algunos votaron con intento hostil y la Iglesia llama a tales personas a abandonar sus temores y abrirse el corazón para darles la bienvenida. Otros se enfocaron en su condición irregular y basaron su voto en lo que es, de la perspectiva católica, un concepto demasiado limitado de la régimen de la ley, pero sin verdadero odio en contra de ustedes. Mi mensaje a ustedes es que se confíen en el Señor, quien seguirá protegiéndonos y guiándonos si le escuchamos.
Segundo, quisiera invitar a todos a redoblar nuestros esfuerzos para que nuestras parroquias sean lugares de bienvenida, donde todos los hijos de Dios se sienten seguros y valorados. Siento orgullo cuando las personas me dicen que su parroquia es un lugar donde realmente se sienten como en su casa. Quisiera alentar a ustedes a continuar a hacer todo lo que pueden para conocer a los demás parroquianos e intentar ayudarlos con sus necesidades. Y ya que la inmigración es otra vez un tema muy difícil en la política actual, les invito leer de nuevo mi carta pastoral de 2008 sobre los derechos humanos de los inmigrantes. Pueden bajarla del sitio web de la Diócesis de Little Rock. Ya han pasado 8 años, pero no ha cambiado nada...y tampoco ha cambiado la enseñanza de la Iglesia. Es muy importante que estén bien informados.
Estoy contento que pronto tendremos a un presidente que promete nombrar jueces a la Corte Suprema que se oponen al aborto. Apoyemos al Presidente-electo Trump en esto y en otras áreas donde sus esfuerzos prometen favorecer el bien común. Y seamos también la voz de los que no tienen voz en los áreas donde nuestra participación puede hacer una diferencia, sobre todo en la vida de los pobres y vulnerables entre nosotros.
Atentamente en Cristo,
+Anthony B. Taylor
Obispo de Little Rock
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