El Obispo-electo Pohlmeier es uno de los sacerdotes más capaces de la Diócesis de Little Rock y se le extrañará mucho. Él viene de una familia católica muy devota con un fuerte compromiso a la educación católica. Su padre es un diácono permanente, su madre es la secretaria de su parroquia local y de su escuela parroquial en Paris, Arkansas, y sus hermanos y hermanas están muy involucrados en la vida de la Iglesia. ¡Él dijo en una ocasión que el catolicismo es el negocio de la familia! Él es de lo mejor, con raíces católicas alemanas, una personalidad serena, y un buen sentido del humor.
El Obispo-electo Pohlmeier aporta una experiencia personal de la gama completa de una vida católica adquirida en el transcurso de 24 años de ministerio sacerdotal y se relaciona bien con personas de cada etnicidad, idioma, nivel de ingresos y cultura. Él ha servido en pequeñas parroquias rurales y más recientemente en una gran parroquia en los suburbios. Él habla español bien y ha servido en una parroquia completamente de habla hispana, al igual que en parroquias completamente de habla inglesa y en parroquias bilingües. Él trajo sanación a una gran parroquia urbana cuyo párroco había sido removido debido a un escándalo, él es completamente ortodoxo y es un defensor muy elocuente de la enseñanza de la Iglesia. Él es un gran defensor de todos los asuntos pro-vida y pro-justicia social, y en su trabajo como director de formación en la fe, él ha trabajado arduamente para hacer la renovación autentica del Vaticano II más y más una realidad en la Diócesis de Little Rock. Como director de formación en la fe, él ha dedicado muchas horas supervisando la formación en inglés y en español de los 46 candidatos de diaconado permanente que serán ordenados el próximo mes, uno de los cuales es su propio hermano Jason.
El Obispo-electo Pohlmeier es un líder nato, un hombre de visión que toma la iniciativa, un gran trabajador y un hombre profundamente devoto al Señor. Él busca vivir su fe en todo lo que hace, promoviendo todo lo que la Iglesia promueve, incluyendo los valores de la familia y la vida, los derechos humanos y la protección de la creación.
Todos somos una Iglesia, y mientras nosotros en Arkansas estamos orgullosos del Obispo-electo Pohlmeier y enviarlo a ustedes es un gran sacrificio para nosotros en Arkansas, nos alegramos en la buena fortuna de la Diócesis de San Agustín y sabemos que el Señor debe amarlos mucho como para darles un hombre tan fino como su próximo obispo — un digno sucesor del Obispo Estévez — a quien he conocido y admirado y amado por muchos años. Les confiamos al Obispo-electo Pohlmeier con las oraciones y mejores deseos de sus hermanos católicos en Arkansas.
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